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Archivos Mensuales: marzo 2010

Hace unos meses ya comenté AQUÍ lo que había sido, más o menos, el proceso de creación y desarrollo de Parsifal Novo y la Descomposición Ortogonal de Vectores, lo que por aquel entonces era aún la primera nanonovela, o como diablos querais llamarla, escrita en y para Twitter, usando expresamente el lenguaje de Twitter. Desde entonces han aparecido un buen montón de iniciativas similares, unas mejores y otras peores. Y que conste que no me estoy echando flores y diciendo que yo fui el primero y que desde entonces todo el mundo se ha tirado a ello… Es más bien algo que tiene que ver con el signo de los tiempos: era inevitable que alguien estableciese la fórmula «nuevo medio de comunicación=nuevo medio de creación» más pronto o más tarde, sólo que a mí se me ocurrió pronto… En fin… El caso es que, desde mi punto de vista absolutamente parcial, a pesar de lo que ha venido después, creo que Parsifal Novo y la Descomposición Ortogonal de Vectores sigue siendo una locura preciosa, original, rara y vanguardista. Sigue tan fresca como el primer día, a pesar de que todo el concepto se base en la velocidad y la inmediatez.

¿Y por qué toda esta autopromoción balbuceante y abstrusa, precisamente ahora?

Pues porque precisamente a partir de hoy mismo se puede descargar desde Ediciones Efímeras, gratis, la versión e-book del libro/experimento (en .pdf, .fb2 y .epub). Versión corregida con respecto a la que aún puede verse en Twitter, con prólogo del gran Javier Esteban y maquetación y portada del mismo Santiago Eximeno.

Aún más precioso, si cabe. Así que, si os apetece, descargad y echadle un vistazo y ya me contaréis.

Feliz semana del Casposo Ku Kux Klan Meapilas.

No sé por qué, pero no puedo evitar trazar pasadizos entre esta más que lúcida entrada colgada ayer en el blog LA LENGUA

La educación pública y universal, en realidad, surgió en el momento en que las máquinas que accionaban los obreros se hicieron tan complicadas que empezaron a tener botones con números y mensajes que los obreros debían entender para saber accionar. Ese es el motivo por el que los hijos de los trabajadores estudian.

…el vídeo de la terrorista de moda esta semana en Internet…

…y mi diálogo favorito de Batman:The Dark Knight:

Bruce Wayne/Batman: Sabía que la mafia no se rendiría sin luchar, pero esto es diferente, han cruzado la linea.

Alfred: Usted cruzó la línea primero, señor. Les golpeó. Y, en su desesperación, recurrieron a un hombre que no comprendían totalmente. Algunas personas no buscan algo lógico. No pueden ser comprados, intimidados o convencidos. No se puede negociar con ellos. Algunas personas sólo quieren ver el mundo arder.

Qué tiempos tan absurdos nos ha tocado vivir.

Se denomina ruido rosa a una señal o un proceso con un espectro de frecuencias tal que su densidad espectral de potencia es proporcional al recíproco de su frecuencia.

Su contenido de energía por frecuencia disminuye en 3 dB por octava. Esto hace que cada banda de frecuencias de igual anchura (en octavas) contenga la misma energía total.

Por el contrario, el ruido blanco, que tiene la misma intensidad en todas las frecuencias, transporta más energía total por octava cuanto mayor es la frecuencia de ésta. Por ello, mientras el timbre del ruido blanco es silbante como un escape de vapor («Pssss…» de punk bajo en el que se reflejan los rostros de todos tus muertos), el ruido rosa es más apagado al oído («Shhhh…» al borde de la extinción, sábanas cubriendo ectoplasma a media noche).

El perfil del espectro de un ruido rosa es plano y horizontal cuando el eje de las frecuencias sigue una escala logarítmica graduada en octavas.

El espectro del ruido rosa es semejante al espectro medio acumulado de la música sinfónica, o de instrumentos armónicos como el piano o el órgano.

El nombre «ruido rosa» obedece a una analogía con la luz blanca (que es una mezcla de todos los colores) que, después de ser coloreada de forma que se atenúen las frecuencias más altas (los azules y violetas) resulta un predominio de las frecuencias bajas (los rojos). Así pues, el ruido rosa es ruido blanco coloreado de manera que es más pobre en frecuencias altas (sonidos agudos).

Si mezclases a una pista 1000 canciones, lo que obtendrías sería ruido rosa. Es decir, la media del espectro de toda la música.

El ruido rosa es Shamhala, lo creas o no. La autopista ouija de lo que se supone no existe.

1) Antifuente, mi última antología, fue publicada por una editorial «normal» y aun así tuvo una distribución penosa y prácticamente ninguna promoción. Dos tristes detalles al respecto: a) aún hoy recibo emails de gente que ha leído las críticas al libro y quieren hacerse con él, preguntándome dónde comprarlo porque no lo encuentran por ninguna parte; y b) yo mismo he tenido que enviar algunos de mis propios «ejemplares de cortesía» (el número de ejemplares que la editorial le «regala» al autor) a fin de que el libro fuese reseñado en alguna publicación especializada.

2) Yo no hago esto (ni prácticamente nada) por dinero. Mido el éxito con otro baremo. Y, a juzgar por las críticas y los correos de lectores, Antifuente ha tenido un éxito moderado. Aun así, ni me ha generado un puto duro, ni me ha abierto las puertas de otras editoriales de cara a futuras publicaciones. A pesar de todo, no ha «sumado currículum».

3) La inmensa mayoría de los editores con los que he contactado últimamente me dicen que no publican antologías porque no es rentable. Cosa de la crisis y cuac-cuac-cuac… Y, por mucho que yo crea (Modo Modestia:OFF) que precisamente mis libros son anti-crisis (más que nada porque, para entender algo, uno tiene que leerse como tres veces cada cuento y teniendo la enciclopedia a mano, cosa que hace que la inversión en el ejemplar quede más que amortizada…), a dichos editores el chiste no les convence y no se bajan del burro y lo siento, chaval, pero esto es lo que hay.

Teniendo estos puntos en cuenta, ¿tan descabellado sería que me autopublicase la nueva antología, que lleva ya casi dos meses pudriéndose en un cajón, mediante alguno de los servicios de Impresión A Demanda (lulu.com, bubok…) que corren por ahí? ¿Qué pierdo al encargarme de todo, hacer yo mismo la corrección, diseñar la portada, subir el archivo maquetado al servidor de turno y abrir una pequeña tienda online desde la que montarme la promoción a mi gusto? ¿Tanto cambia la cosa cuando, en lugar de tener que buscar mi libro en alguna de las cuatro o cinco tiendas que puedan tenerlo, o encargarlo expresamente a la distribuidora, el lector puede pedirlo en la tienda online, que le impriman un ejemplar sólo para él y recibirlo en casa?

No lo sé. Dudo. Así que cualquier comentario al respecto de lo aquí expuesto que tengáis a bien hacerme, será más que bienvenido.

Buenas tardes.